Mutant

Creo que tengo una adicción a los videojuegos

¡Bienvenido Mutante! En más de una ocasión todos hemos tenido la discusión sobre la ‘adicción’ a los videojuegos, pero te preguntaste ¿qué tan real era esta frase?. Aunque no lo creas, el año 2018 la OMS ingresó esta adicción a su lista de enfermedades, donde el promedio de edad de las personas que la padecen es de 35 años.

¿Quieres saber cómo es la adicción a los videojuegos? Entonces lee esta historia:

“¡Hola! Mi nombre es Lucas y soy adicto a los videojuegos. Como cualquier joven que creció entre los 90’s y los 00’s los videojuegos fueron parte de mi crecimiento, eran mi refugio, un lugar donde podía ser desde un plomero de Nueva York que salvaba a una princesa hasta un guerrero interespacial en busca de nuevas aventuras. Mi habilidad para jugar se desarrolló rápidamente y me convertí en un jugador talentoso, capaz de sumergirme en cualquier juego con gran facilidad.

A medida que pasaron los años y mis papás no controlaban ‘tanto’ las horas de juego, mi pasión por los videojuegos se intensificó al punto de pasar muchas horas seguidas frente a la pantalla, dejando de lado mis responsabilidades y compromisos en el mundo real. Sin darme cuenta, la línea entre el juego y la realidad comenzó a difuminarse y la adicción se apoderó de mí.

Mi comportamiento comenzó a cambiar. Me volví irritable y ansioso cuando no podía jugar y cuando tenía que interactuar en situaciones cotidianas como tomar once con mi familiar, empecé a descuidar mis relaciones personales y mi rendimiento académico. Me aislé del mundo exterior, encerrado en mi refugio virtual. Mi familia y mis amigos se preocuparon mucho por mí, pero no quería admitir que me había dejado atrapar por la adicción a los videojuegos.

¿Cómo algo tan divertido podría ser algo malo?

En los videojuegos, podía ser quien yo quisiera, enfrentar aventuras y resolver desafíos, sin embargo, no estaba consciente que detrás de la pantalla solo había un joven con los ojos irritados. Fue en un momento de introspección que me di cuenta de que algo no estaba bien. Me miré al espejo y vi reflejados en mis ojos cansados y apagados los estragos de mi adicción. Fue entonces cuando decidí buscar ayuda y hacerle frente a esta situación a la que yo seguía sin reconocer como una adicción.

Con determinación, busqué ayuda y me rodeé de personas que entendían mi situación. Participé en grupos de apoyo y me sometí a terapias especializadas. Aprendí a establecer límites saludables y administrar mi tiempo de juego de manera responsable, encontré nuevas actividades en el mundo real que hasta el día de hoy me brindan satisfacción y felicidad. Claramente, no todas las historias de adicciones son fáciles. Hubo recaídas y desafíos en el camino, no sabía la diferencia entre disfrutar del juego o necesitar el juego. Poco a poco fui recuperando el equilibrio en mi vida, reconecté con mi familia y amigos, retomé mis estudios y descubrí nuevas pasiones en mi vida.

Hoy, sigo disfrutando de los videojuegos, pero de una forma sana, ya no son una obsesión. He descubierto que la vida real, es suficiente aventura para mí. Mi historia es un recordatorio de lo difícil que puede ser aceptar que tienes una adicción, porque hemos normalizado jugar muchas horas sin parar, sin embargo, es posible superar esta adicción y volver a disfrutar de la vida en toda su plenitud.”

En Mutant queremos promover el juego de forma saludable y responsable, porque sabemos que nuestra comunidad está para apoyarnos. Si sientes que podrías estar sufriendo de este tipo de adicción, pide ayuda a tu familia, amigos y profesionales para tomar acciones, no dejes que la pasión se transforme en obsesión.

¿Estás listo para jugar? It’s time to mutate.

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